Actualmente, gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, se dispone de técnicas y materiales que permiten realizar tratamientos con fines estéticos que devuelven al paciente una función y una estética adecuadas.
Básicamente, los tratamientos disponibles con fines estéticos pueden clasificarse en los siguientes:
Tratamientos restauradores: Con resinas compuestas. Con porcelana dental.
Tratamientos ortodóncicos u ortognáticos.
Tratamientos periodontales.
Tratamientos de higiene y profilaxis.
Tratamientos con técnicas de microabrasión del esmalte.
Contorneado estético.
Tratamientos con técnicas de blanqueamiento.
Estos tratamientos son sencillos, indoloros y se pueden realizar en una sola sesión sin necesidad de desgastar los dientes logrando resultados 100% efectivos. Algunas de las causas por las cuales los pacientes pueden acudir a estos tratamientos son:
Asimetrías dentarias (dientes apiñados o desparejos que generan una desagradable apariencia a pesar de estar sanos e higienizados), aunque el tratamiento de elección idealmente es la ortodoncia. Pero hay casos en que el tiempo y la comodidad del paciente nos llevan a otra alternativa terapéutica.
Diastemas interincisivos (separación entre dientes anteriores).
Cambios de coloración o dientes pigmentados o manchados (ya sea por medicamentos o bien diferentes infusiones como el café, té, o mate, y sustancias como el cigarrillo).
Caries de cuello (caries en la zona del diente más cercana a la encía que genera un aspecto desagradable).
Fracturas dentarias (por golpes o por una enfermedad llamada bruxismo).
Los procedimientos más utilizados en esta área son:
Blanqueamiento dental, que es una de las técnicas más frecuentes dada su accesibilidad económica y su facilidad de aplicación por parte del dentista.
Restauraciones estéticas directas, como carillas de composite.
Restauraciones indirectas, como carillas de porcelana.